Corre estos días por la red, un email "rollo cadena que no se rompa", atribuido al Alatriste Reverte y que realmente es de Jesús Sanz Astigarraga publicado originalmente en el Diario Noticias de Navarra el 9 de diciembre de 2010.
Ignoro cuál es el motivo, por el que se le atribuye al Alatriste Reverte. Tampoco he encontrado ninguna cita en la que niegue su autoría. Dado que, el artículo de Astigarraga, donde pregunta si ¿somos idiotas? Y no veo nada con lo que continúa ese email cadena, respecto a indecencias, pienso, igual, en estos tiempos de indignaciones y al más puro estilo Stéphane Hessel más de uno se ha subido al carro.
Como quiera que fuese, era mi intención, más que hablar de indignaciones y emails "chorras cadena que no se rompa", hacerlo del Alatriste, hace días que tenía ganas de ello.
Aceptemos la hipotética autoría del articulo:
Veo igual de indecente, que el mismo Alatriste, que parece ahora estar muy indignado, presente en Cádiz su última "obra maestra" El Asedio, precisamente, en la misma ciudad, donde hace apenas un año, tuvo una indecente trifulca. También veo igual de indecente, los honorarios de dicho escritor, por el evento y por supuesto, sus reacciones hacía representantes de ese ayuntamiento. No entraré en suspicacias y sospechas, son solamente eso.
También encuentro igual de indecente, que alguien de la talla como Alatriste, arremeta de tan barrio bajera forma, contra Pilar Rahola y María Antonia Iglesias, rozando incluso el misoginísimo y sobrepasando con creces, el mal gusto y el machismo.
Encuentro también, igual de indecente, que alguien que tilda de "telemierda" a ambas señoras y el programa en el que participan –eso sería otro debate- se preste, en una cadena a lo sumo, no mejor que la anterior, a que pasen, entre horas de publicidad y con una campaña millonaria, su excelente obra La Reina del Sur, que todo sea dicho de paso, es un bodrio de categoría, "telemierda" diría yo –aunque eso, es una opinión muy personal-.
Ahora que estamos de presentaciones, encuentro también igual de indecente, los trapicheos de escritores y editores, ahora en plena campaña editorial, de los beneficios para ambos, del precio de esos libros y en consecuencia de la cultura.
Encuentro igual de indecente, los premios literarios amañados, con ganador conocido a priori totalmente orquestado y lo que es peor, promocionado antes del veredicto final.
¿Seguimos hablando de indecencias?
Parece ser que Stéphane Hessel abrió la caja de los truenos, ahora, todos estamos indignados, eso vende y muchos lo saben. Eso para mí, no es más que una indecencia.
Algo está claro, en las próximas semanas, el país estará menos indignado, estará expectante, ilusionado, se avecinan cuatro Barça-Madrid, otra indecencia.